Efectos de la heroína

La heroína es un producto semisintético derivado de la morfina. No se utiliza con fines médicos, por lo que sólo se encuentra en el mercado ilegal. Existen dos tipos de heroína: la heroína blanca de mayor pureza, y la heroína marrón, de pureza menor y mayor toxicidad.
Esta droga produce dos tipos de efectos:

Efectos inmediatos:

En una primera etapa, denominada en el argot ’luna de miel’, tras la administración hay un ‘flash’, una sensación de placer muy intensa, y a los pocos segundos un estado de sedación total y cierta euforia, con ausencia de cualquier malestar psíquico y que dura aproximadamente 2-3 horas, desapareciendo de forma progresiva.
A nivel físico produce:
  • Sequedad de boca.
  • Disminución del tamaño de las pupilas.
  • Constipación intestinal.
  • Enlentecimiento del ritmo respiratorio.

Dosis elevadas provocan la muerte por depresión respiratoria.

Efectos a largo plazo:

Éstos dependerán, como en el resto de los consumos, de la cantidad consumida, la vía de administración, aspectos higiénico/sanitarios relacionados con la alimentación, el estilo de vida, etc. En general, los efectos a largo plazo, una vez desarrollada la tolerancia y dependencia a la sustancia son:




  • Alteraciones del sistema nervioso: con trastornos de atención, memoria e insomnio.
  • Alteraciones de la nutrición, provocadas por los desarreglos en la alimentación y adelgazamiento.

  • Alteraciones digestivas; produce estreñimiento.
  • Alteraciones cardiovasculares y de la sangre; entre otros efectos aparece anemia.
  • Aumento del riesgo de aborto, parto prematuro, así como alteraciones en el recién nacido.
  • Alteraciones psicológicas: apatía (falta de interés), depresión, egocentrismo (estar centrado en sí mismo, necesidad de ser el centro de atención).